miércoles, 29 de agosto de 2018

¿Cuándo debemos recurrir a la ayuda del psicólogo infantil?


En la entrada anterior hablaba de la ansiedad en los niños, y es que a veces, es difícil saber cuándo se trata de un problema más serio (aunque no deja de ser cotidiano) y se necesita la ayuda de un profesional para resolverlo.  Pues bien, existen ciertos comportamientos, actitudes y síntomas que nos indican que nuestro hijo/a puede necesitar la ayuda de un psicólogo/a infantil.

En primer lugar, su estado de ánimo nos dará mucha información. Las rabietas en niños/as en edad infantil son totalmente normales pero si observamos que son tan intensas y duraderas (rabietas a diario, varias veces al día) que sientes que escapan de tu control, quizás necesites una ayuda adicional. Hay niños/as que, de manera natural hacen una buena gestión del enfado y la frustración pero hay otros/as a los que les cuesta más, por eso, debemos ayudarles. En niños/as de entre 6 y 12 años, los trastornos del estado de ánimo como la depresión, pueden mostrarse a través de síntomas como irritabilidad persistente, falta de motivación, malas contestaciones y anomalías en los patrones del sueño y la alimentación.

Por otro lado, si observamos que los niños/as muestran más preocupaciones que los demás, éstas son exageradas o que incluso parecen preocupaciones de una persona adulta, somatiza dolores en alguna parte del cuerpo o tiene problemas para dormir, podríamos estar ante un niño/a demasiado ansioso/a, lo que quiere decir que no hace una buena gestión de los miedos y no interpreta adaptativamente los hechos que ocurren a su alrededor. Aquí debería trabajarse la manera en la que piensa, ya que nos sentimos en función de lo que pensamos, es decir, enseñarle a interpretar las cosas que suceden a su alrededor de una forma realista y sana. Por supuesto, sin olvidar otras técnicas que nos poder ser de gran ayuda como la relajación o el entrenamiento en respiración lenta.

Asimismo, aunque los niños/as es normal que presenten miedos en la infancia, si observamos que uno de ellos es tan persistente y acusado que le impide hacer vida normal o alguna tarea cotidiana (como por ejemplo, tanto miedo a ir a la escuela que le impide hacerlo, tanto miedo a la oscuridad que le impide moverse por casa de noche o tanto miedo a los perros que no permite que vayáis a lugares donde puede haberlos) puede tratarse de una fobia, y requiere de su tratamiento por un profesional de la psicología infantil.

Otro de los aspectos que puede causar problemas, es una falta de control de esfínteres. Todos intentamos que deje el pañal antes de entrar a primero de infantil pero hay niños/as que no consiguen hacerlo o dejan de hacerlo por una temporada pero después vuelven a perder el control. Es normal que sigan haciéndose pipí por las noches durante algún tiempo o de manera esporádica, al igual que puede que se les escape el pis o la caca en el colegio o en alguna situación puntual. Sin embargo, si observamos que es continuo y causa molestias tanto en el niños/a como para los padres, conviene pedir ayuda para poner un remedio si no podemos hacerlo por nosotros mismos. Detrás de ello, podría haber un problema en el colegio, ansiedad, llamadas de atención, celos… (siempre y cuando se descarte un problema médico).

Y por supuesto, también podemos pedir ayuda a un profesional cuando observamos un rendimiento académico muy deficiente, pues habría que estudiar la causa para poder ayudarle a remontar.

En definitiva, existen varias situaciones cotidianas que pueden crearnos malestar tanto a los niños/as como a los padres y con la ayuda de un profesional de la psicología infantil se pueden resolver en un espacio breve de tiempo e incluso puede prevenir que aparezcan en un futuro o se agraven.